viernes, 30 de septiembre de 2011

Corona de flores, Javier Calvo, Mondadori, 2010, Barcelona.








Hace un año ya sabía de este libro, bastante elogiado por otros escritores. En ese momento lo encontré en una librería de Palermo, solitario, pero su precio era demasiado alto, y ahora resulta que lo venden a la mitad de entonces. De todas formas el costo de los libros es un asunto del que se discute en todas partes, ya que en Argentina son tan altos como en Europa. Acaso tenga que ver con que las ediciones son tan pequeñas y no es posible hallar otra solución para que los lectores puedan acceder con mayor facilidad a los libros, y los escritores a nuevos lectores.


Oscura y brillante Barcelona


Tengo que decirlo alguna vez: Me gustó esta novela. Contra mis propios prejuicios, aumentados al leer las primeras páginas, cuando me encontré con una historia de época, debo decir que ha sido una lectura agradable, algo inquietante, bien contada.
Calvo narra una historia que ocurre en Barcelona en el año 1877. Lo que ya es decir algo. Es todo un trabajo. El contexto, aquello que en cualquier novela de hoy se da por entendido o se explica con unos pocos detalles, está delineado por el autor de Corona de flores en base a documentos, o bien ficcionalizado pero siguiendo determinados rasgos. La arquitectura de la ciudad, la organización política y policial, el diseño interior de los hogares, la forma de vestirse de las personas, las armas, las cárceles, todo está en concordancia y en su justa medida, cuando el autor fácilmente podría excederse, tapando la historia o volviéndola muy lenta.
Otra cuestión en la que quiero detenerme, con respecto a la influencia de la época en que se sitúa la historia, es el condicionamiento que ello supone en un aspecto de la escritura como lo son las comparaciones, las metáforas, los recursos más literarios del escritor. Se vuelven por necesidad más comunes las referencias a la naturaleza. Es extraño, porque es algo textual, impuesto desde el texto, ya que lectores y autores pertenecen a otro tiempo que el de la novela (y gran parte de los lectores también a otro lugar), y sin embargo el verosímil impone condiciones. Hay algunos pasajes muy logrados, como la escena donde una multitud se agolpa a las puertas de la imprenta, y el dueño es llevado como un objeto por el mar, al tiempo que pierde un zapato; y en esa multitud, los niños juegan entre las piernas de los adultos como si lo hicieran entre árboles.
Con respecto al género, se podría decir que es un policial, o así comienza, buscando el asesino que aterroriza Barcelona con los llamados Crímenes de la Esperanza. Hay un inspector de nombre Semproni De Paula y su sanguinario ayudante Blai Boamorte, que solicitarán la ayuda de un antiguo médico policial encerrado por asesinato, el Trasgo, Menelaus Roca, verdadero protagonista de la historia, y sin dudas el personaje más logrado. Un gran acierto de la novela, que el mejor personaje sea el protagonista, el más profundo, el más inquietante. Es de quien más quiere saber el lector, y por extraño que parezca esto, no siempre los mejores personajes son los principales.
Después aparecerán muchos personajes secundarios, casi todos masculinos, un escritor de folletines que en esa época se confunden con historias reales; un adinerado diplomático de la alta sociedad que parece estar detrás de todo el asunto, un delincuente travestido que gobierna lo bajos fondos, un grupo de niños disfrazados con ropas circenses que circulan por la ciudad y sus catacumbas; un viejo inspector que caza osos, un médico especialista en venenos. La ausencia de mujeres, y de romance, es otra de las características de la historia: apenas una mujer niña que convive con Roca, deformada, y en el otro extremo la exuberante mujer del inspector que no piensa más que en estar con su amante, otro policía.
Una buena historia, con varias vueltas de tuerca, ya que cuando todo parece resolverse la trama da un nuevo giro. Personajes logrados, historias secundarias interesantes, el oscuro pasado profano amenazante en medio de un futuro industrial que ya comienza. Buenas razones para recomendar su lectura.

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