miércoles, 8 de enero de 2014

El cuerpo humano, de Paolo Giordano. Editorial Salamandra, Buenos Aires, Argentina, 2013.



 La familia italiana

    Todos los que escribimos odiamos a los buenos escritores, al menos por un momento. Después viene la admiración. Giordano publicó La soledad de los números primos cuando tenía veintiséis años. Yo quería creer que era un golpe de suerte. Unos de esos escritores que encuentra el momento justo con su obra justa. Es que tubo tanto éxito como se puede tener. Premios. Traducciones. Dos millones de libros vendidos. Después el silencio. Tardó cinco años en volver a publicar.
La soledad de los números primos es un libro buenísimo. Aunque tiene una trampa. Está estructurado como un conjunto de cuentos, que narran episodios de una historia que transcurre durante años. La potencia del relato breve hace lo suyo. Hay dos cuentos muy interesantes, profundos, inquietantes, y después la historia cae, sostenida solo por la intriga de un posible amor que al final no sucede. Muy buen principio y muy buen final, en donde casi todo termina mal.
    En El cuerpo humano, Giordano ha dado un paso adelante. Aunque se trata de un texto coral, donde las historias de los personajes se van relacionando, ya hay intención de novela. Paradójicamente, el tema es el mismo que en la anterior: la familia.
    Si bien mucho sucede en Afganistán, lo importante de la cosa está en Italia, en la relación madre-hijo, en la relación entre hermanos versus padres, en el nacimiento de un posible hijo, en una historia de amor con la pareja de un ex subordinado. Los mismos temas. Parece cierto aquello de que un escritor siempre escribe sobre lo mismo.
    Ese creo que es el defecto de la novela, poner el foco demasiado en lo que queda en casa y en el pasado. Porque en un contexto de guerra, el lector queda esperando la acción. Aunque hay un incidente bélico, suena a poco. Y todo lo que Giordano quiere decir no es sobre la guerra, sino sobre las relaciones entre las personas. Esa tensión perjudica un poco, deja el texto entre dos lugares, tan lejanos como los dos países en donde transcurre la historia.

    Dicho esto, la crítica infaltable de los que escribimos infinitamente peor que casi cualquier otro autor. Quiero aclarar que es un libro que se lee casi de un tirón, que entretiene, en el que hay un ojo especialista en detalles y un conocimiento del tema. Es mucho más de lo que se puede decir de muchos libros. Porque es un muy buen libro, recomendable, que lleva el ritmo y el tono de los mejores escritores contemporáneos.