viernes, 8 de abril de 2011

Placebo, José María Brindisi, Editorial Entropía, 2010



Falsos remedios


Frente a la Facultad de Humanidades de La Plata venden libros usados. Por la mañana abren unas cajas de cartón por sus bordes y con ellas aíslan los ejemplares de la suciedad de las veredas. Allí me espera Blanco Nocturno, de Piglia. Lo venden por45$. Una cuadra más allá, cruzando la Avenida 7, en la vidriera de una reconocida cadena de librerías, cotiza a 69$. Hoy tengo que elegir. Casi siempre ha sido así. Tres o cuatro libros en la mano, la mirada desconfiada de los jóvenes empleados (qué habrán leído?). Bruzzone 65$, Vanoli 55$, Aurora Venturini 55$. A todos los necesito porque los primeros libros de estos tres autores esperan, ya leídos, a un costado de la computadora para que diga algo sobre ellos en el blog. Todo llega. Es curioso, la edición de los segundos libros es en una editorial de mayor renombre. Venturini no, pero su primera novela, Las primas, ganó un concurso.
En fin. Cruzo la calle a un bar cualquiera. A ver si leo Placebo, de Brindisi, cuarenta años y periodista. Ya publicó en Sudamericana Permanece oro –cuentos- y Berlín –novela,2001- ; y en Emecé –Frenesí, 2006-. Y ahora en Entropía, una editorial pequeña pero muy atenta y cuidadosa.
Placebo. Si no lo encuentro en la novela lo googleo cuando pueda. Qué impresión, en la vereda del bar hay un tipo muy parecido a Fowill.

El precio de los libros me dejó pensando. A un costado de los libros también vendían frutas, empanadas, y chucherías como despertadores, medias, o mates de vidrio. Y más allá, ideas, dos chicos con una banderita del Partido Obrero, en letras rojas, en la punta de una cañita tacuara.
Fowill cruza las piernas y mueve las manos y el bigote, reniega contra algo que no escucho. Digo, los del partido obrero no eran obreros, pero cruzando la calle, dos mujeres jóvenes, vestidas a la moda del capitalismo más salvaje sí que lo eran.
Y después el precio de los libros. No sé. Todo así.

Placebo
Pág. 17: El personaje principal también es escritor. Qué mal.
Pág 18: La palabra sensación escrita sensación, así en cursiva. Ya veo en la próxima maduro. No está bien.
Llegué, es maduro para decir viejo.Faulkner, después de Poe, Maussapant, Dickens, un tal León Bloy y Ambrose Bierce. Parece mucho escritor en la vida de una persona.

-Lo mejor: los viajes del pasado.

En un camino cercano a un lago encuentran un caballo blanco, tan lindo y tan muerto como el de Oliverio Girondo. (¿Surgió de bajo tierra?/¿Se desprendió del cielo?/ con sus crenchas caídas,/con sus ojos de santo,/todo, todo desnudo,/casi azul, de tan blanco./Hablaban de un caballo./Yo creo que era un ángel.)

Cuatro meses en México con su mejor amigo cuando tenían 21.

Ah, también Shekespeare.

Las últimas dos páginas no tienen mucho que ver con la novela. Al igual que el Asesino del cobertizo, que aparece de golpe, y tiene un nombre un poco inverosímil.

Es una novela de introspección, contada en tercera persona pero muy enfocada en el personaje, sus estados de ánimo, sus recuerdos y la crisis de un hombre de cincuenta que revisa su pasado y las posibilidades de su futuro.

El personaje se llama Becerra y pareciera intentar todo lo que está a su alcance para darle sentido a lo que resta de su vida. Vacaciones. Ayudar a su amigo. Tener amantes. El dinero.

La novela está escrita para ser leída de un tirón, sin puntos aparte, y así se lee, lo que no me parece tan bueno porque al ser corta parece un cuento. Siento como lector que un poco de pausa podría hacer perdurar los personajes aún más. Porque los personajes secundarios también están muy bien delineados, y en torno a ellos se construye la situación. Digo situación y no historia. Es que no pasa nada, al menos no hasta el final.

Me parece que le correspondía más un no final, como se dice, algo así como un lento continuar de ese mundo de ensueño, cargado del calor de las islas del Tigre, del alcohol de los martinis, y de la difusa presencia de esa mujer lejana que es su esposa, de su amigo moribundo y de su amante indiferente.

Apuntes finales

-Es muy linda la cita con la que abre Brindisi el libro:

¨Si quieres ser feliz durante una hora, emborráchate; Si quieres ser feliz durante un día, mata un cerdo; si quieres ser feliz durate una semana, cásate; si quieres ser feliz toda la vida, ve a pescar.¨ Colum Mc Cann, Perros que cantan.

- Placebo: sustancia que careciendo de acción terapéutica produce algún efecto en el enfermo si está convencido que esa sustancia tienen tal acción.

- Cuando usan un placebo en un tratamiento, los medicamentos se hacen de azúcar o talco.

- Me atraen los personajes como Becerra, con cierta maldad, desajustados a pesar de parecer normales.

-Las coicidencias, leo a Brindisi en un reportaje decir que la última novela de Piglia, Blanco Nocturno, no le gustó, porque es un collage de lugares comunes, veremos.

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